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Mujeres acompañando a una chica que sufrió un abuso sexual

Líderes de jóvenes: Qué hacer si te cuentan que han sufrido abuso sexual

April 08, 20247 min read

Por Alejandra Grájeda

Si estás acompañando un grupo de jóvenes, es muy importante que te prepares para escuchar y responder con compasión y verdad ante historias de abuso sexual. ¿Por qué? En algún momento te lo contarán. 

Una investigación indica que el 26% de los jóvenes que vivieron una experiencia de abuso sexual se lo contó a un líder o un pastor.1 Eso significa que tres de cada 10 de las personas que sufrieron abuso sexual confiaron en alguien como tú, líder, para contar su historia.

Además, un gran porcentaje de personas sufren abuso sexual por un familiar cercano. Esto significa que existe la gran posibilidad de que haya jóvenes en tu grupo que solo cuentan contigo y con la iglesia como refugio seguro para empezar a sanar. ¡Piensa en esto como un privilegio y una gran oportunidad para convertirte en el amor de Dios con piel! 

Aunque sea una gran oportunidad, eso no significa que sea fácil saber cómo acompañar y qué decir cuando te cuentan. En este artículo, te doy pasos e ideas. Pero el primer paso para dar un acompañamiento compasivo es entender la magnitud y profundidad del problema. Para empezar, te explicaré lo que es el abuso sexual.

¿Qué es el abuso sexual?

El abuso sexual es una forma de violencia. Implica actos sexuales o conductas de naturaleza sexual que se llevan a cabo sin el consentimiento o la voluntad de una de las partes involucradas. 

Y ¿qué es el consentimiento? Es la manifestación de la voluntad y hay que tener en cuenta que va más allá de solo la expresión verbal de la misma. Debería ser una expresión verbal (pero también física y emocional) de que efectivamente se quiere algo. 

En cuanto al consentimiento, es importante señalar que los menores de edad no tienen la capacidad para otorgarlo en asuntos sexuales, ya que aún no han alcanzado la madurez mental, emocional y física necesaria para comprender las implicaciones de una interacción sexual como lo haría un adulto.

Existe abuso sexual con contacto físico y sin contacto físico (conversaciones con contenido sexual, pedir al niño que muestre sus genitales o mostrarle los genitales, exponerle a actos sexuales o pornografía, etc.). No podemos pensar que si el abuso fue sin contacto físico no fue tan grave o es menos dañino.

¿Qué tipos de casos te pueden llegar?

¿Qué tipos de casos te pueden llegar?

Te pueden llegar varios tipos de casos de abuso sexual. Por ejemplo, muchas jóvenes experimentan abuso sexual dentro del noviazgo, y es aún más confuso para estas personas identificar el daño que perciben porque se asume que el noviazgo es un espacio de amor y libre de abuso. Es importante que te mantengas cerca de los jóvenes que están en una relación para que tengan la oportunidad de recurrir a ti si es necesario. 

También llegarán a ti jóvenes que no están sufriendo abuso sexual ahora, sino que sufrieron abuso sexual en su infancia. No pienses que sí ocurrió en el pasado, es menos dañino que un abuso que ocurre actualmente. Recuerda también que existe abuso sexual con contacto físico y sin contacto físico. Es importante no minimizar, justificar o normalizar la vivencia de una persona. Es tu deber crear un entorno en el que la persona se sienta escuchada, comprendida y respaldada en su proceso de recuperación. 

Sin importar cuándo sucedió el abuso, las consecuencias se hacen presentes y es importante que también prestes atención a estas señales. Con frecuencia, los jóvenes que han vivido un abuso sexual en el pasado tendrán dificultad para conectar la experiencia de abuso a las repercusiones que experimentan ahora. 

Algunos de estas consecuencias son: 

Aun si nunca viviste una experiencia de abuso sexual, enfrentar la realidad de que estas cosas suceden puede ser difícil de asimilar y más aún cuando estos conceptos los ves reflejado en el rostro y vida de jóvenes que amas. 

A pesar del sentimiento de no haber podido ayudar a esta persona en el momento que ocurría el abuso, piensa que aún puedes regalarle escucha para sostenerle y acompañamiento para ayudarle a encontrar esperanza. 

Entonces, ¿qué puedes hacer en la práctica? A continuación te dejo seis recomendaciones para responder con compasión ante el joven que te cuenta que sufrió o está sufriendo un abuso sexual.

¿Qué hacer si te cuentan que han sufrido un abuso sexual?

No cometas el error de pensar que el daño por el abuso sexual se soluciona solo con un abrazo, un versículo o una oración. No digo que estas cosas no sean esenciales, pero la recuperación de quienes han sufrido abuso demanda un compromiso mucho más profundo y sostenido en el tiempo.

La buena noticia es que gran parte de lo necesario para brindar ayuda está al alcance de tu mano como líder, ya que tienes la capacidad de proporcionar un espacio seguro para que los jóvenes puedan expresar sus emociones en forma segura. Dentro de las seis recomendaciones a continuación encontrarás las pautas más importantes para lograr este propósito. 

  1. Cree su relato

Mientras escuchas su relato, cree. No cuestiones. Es importante creer y validar la experiencia del joven que comparte su historia. No pongas en duda lo que te cuentan ni minimices su dolor. No es tu responsabilidad evaluar o juzgar la credibilidad de su relato. 

Cuando el joven termine de hablar puedes decir “Antes que nada, quiero que sepas que te creo y lamento profundamente que hayas tenido que atravesar esta experiencia.” 

Evita decir frases que pongan en duda la veracidad o gravedad de su experiencia, por ejemplo, “¿Estás seguro de que eso fue lo que pasó?”

  1. Sé compasivo 

Muestra compasión y empatía hacia el joven. Puedes decir: 

  • “Siento mucho que hayas pasado por eso. Estoy aquí para apoyarte”. 

  • "Me duele saber que has tenido que vivir eso. Quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte en lo que necesites". 

  • "Nadie merece pasar por algo así. Puedo ver lo difícil que debe ser hablar sobre esto.”

  1. Garantiza confidencialidad

Mantén la información confidencial a menos que la persona indique verbalmente lo contrario. 

Sin embargo, cuando se trata de menores de edad, siempre que el agresor no sean los padres, debes indicarle amablemente que necesitas comentarlo con sus padres para buscar ayuda. Manifiesta tu compromiso de acompañarle en todo el proceso. 

  1. Pregunta cómo puedes apoyarle

Pregunta cómo puedes apoyarle

En lugar de asumir lo que el joven necesita, pregúntale cómo puedes brindarle apoyo. Algunos necesitarán consejos prácticos (por ejemplo, dónde empezar un proceso terapéutico o de consejería) mientras que otros pueden necesitar un hombro en el que llorar. 

Abrazar y “llorar con los que lloran,” como nos recomienda Pablo en Romanos 12:15, tiene efectos sanadores que no llegamos a comprender por completo. 

  1. Denuncia

Cuando se trata de menores de edad, denunciar no es una opción, es una obligación. Tu silencio te convierte en cómplice del abuso sexual. Haz una investigación previa en tu ciudad de los pasos legales y lugares a los que debes recurrir ante un abuso sexual. Elabora una lista de contactos de emergencia con los números de teléfono de estos lugares. 

  1. Ofrece acompañamiento a largo plazo 

Invierte tiempo y destina recursos para construir relaciones sanas con los jóvenes. A veces eso implica compartir un tiempo de conversación en medio de un almuerzo, un presente en su cumpleaños, respetar sus límites y alentarlos a poner límites, mostrándoles que el amor y la atención que reciben no son condicionales. 

El proceso de recuperación puede ser largo y difícil. Sin embargo, como líder hay mucho que puedes hacer. Leer este artículo es un buen comienzo. Te recomiendo profundizar con el curso “Liderazgo compasivo: Abordando el Abuso Sexual”.

Comparte con otros líderes que trabajan a tu lado y juntos construyan una comunidad consciente del daño que el abuso produce. 

Sé el amor de Dios con piel

Sé el amor de Dios con piel

Acuérdate que cuando un joven te cuenta de un abuso sexual, tienes una gran oportunidad para convertirte en el amor de Dios con piel. Sé intencional en todas las cosas mencionadas en este artículo y sigue aprendiendo con el curso “Liderazgo compasivo: Abordando el Abuso Sexual”.

Mantente cerca y ofrécele tu amistad a largo plazo, porque “El daño del abuso sexual fue hecho en relación, y es solamente a través de relación que las víctimas recobran la visión de vivir en libertad.”2

Referencias

  1. Cinalli, J. (2012). Iglesia al Desnudo. Placeres Perfectos.

  2. Allender, D. B. (2016). Healing the Wounded Heart. Baker Books, 1989. (Traducido al español como Allender, Dan B. Sanando el corazón herido).

Alejandra Grájeda de Meneses. Boliviana, misionera, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas. 6 años acompañando a víctimas de abuso sexual y realizando campañas de prevención en abuso sexual dirigidas a padres, educadores y niños; dentro y fuera del ámbito cristiano. Apasionada por mostrar al mundo que hay esperanza después del abuso sexual.

Ale Grájeda

Alejandra Grájeda de Meneses. Boliviana, misionera, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas. 6 años acompañando a víctimas de abuso sexual y realizando campañas de prevención en abuso sexual dirigidas a padres, educadores y niños; dentro y fuera del ámbito cristiano. Apasionada por mostrar al mundo que hay esperanza después del abuso sexual.

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