Conoce a Sheyla
Por Sheyla Abrigo
Mi nombre es Sheyla, soy de Perú y formo parte del Equipo del Buen Sexo. Nunca imaginé formar parte de un equipo así, pero estoy emocionada por todo lo que estoy aprendiendo. Soy una persona apasionada, porque realmente amo lo que hago y disfruto cada momento de mi trabajo.
El camino a la psicología y sexología
De pequeña, siempre decía que quería ser psicóloga, aunque en ese momento realmente no entendía muy bien de qué se trataba. En la universidad, comencé estudiando Arquitectura y Urbanismo, pero en el segundo ciclo sentí un fuerte llamado hacia la psicología. Quería especializarme en psicología forense, trabajando con víctimas y analizando perfiles criminales, pero con el tiempo, y gracias a la guía de Dios, mi enfoque cambió.
Hice un máster en terapia de pareja y sexología, lo cual transformó mi perspectiva. Hoy siento un llamado claro a ayudar a las parejas a redescubrir una vida sexual plena y sana. Acompaño a parejas en sus procesos de comunicación y bienestar sexual, ayudándoles a superar barreras emocionales y sexuales que afectan su relación.
La ciencia y la fe
Al principio, fue un desafío encontrar el equilibrio entre la ciencia y mi fe, especialmente porque muchos de mis compañeros me cuestionaban cómo podía ser cristiana y estudiar psicología. Recuerdo que uno de ellos incluso me dijo: "Te apuesto a que cuando termines la carrera ya no serás cristiana".
Pero para mí, la ciencia y la fe son incompatibles, ya que la psicología busca entender la mente y el comportamiento humano, mientras que mi fe me da una perspectiva profunda sobre el alma y el propósito. Ambos enfoques pueden coexistir y complementarse. La fe me da una base sólida de compasión y amor por las personas, mientras que la psicología me proporciona herramientas prácticas para ayudar a otros de manera efectiva.
Creo que Dios nos da conocimientos científicos para mejorar la vida de los demás y, en mi caso, mi trabajo como psicóloga es una extensión de mi llamado a servir.
La terapia de pareja y la terapia sexual
Muchas parejas basan su relación en experiencias pasadas o creencias erróneas que afectan negativamente su dinámica actual. Esto genera sufrimiento, especialmente en el área de la sexualidad, que a menudo está rodeada de culpa. Me apasiona que Dios use mi vida y los conocimientos que tengo para llevar a las parejas a la libertad, porque la verdad libera, y deseo que puedan vivir su relación desde esa libertad que Dios nos ha dado.
Mi objetivo es que todas las parejas puedan disfrutar plenamente de su sexualidad, sin tabúes ni culpas, y que encuentren la libertad y felicidad que merecen. Algunas personas tienen dudas sobre qué es la terapia sexual o de cuáles son los temas que podemos tratar en terapia. Les dejo algunos ejemplos de casos que trabajamos:
Disfunciones sexuales (femeninas y masculinas)
Problemas de comunicación sexual
Fantasías sexuales
Expectativas no compartidas
Conflictos por diferencias en deseos sexuales
Y, ¿cómo funciona la terapia?
La terapia sexual y de pareja brinda un espacio seguro y libre de prejuicios. Se inicia con una evaluación con el terapeuta para comprender mejor los problemas y así poder establecer metas claras. Luego hay una aplicación de técnicas terapéuticas y ejercicios de comunicación y actividades de intimidad (en casa) para superar las disfunciones o bloqueos emocionales. Asimismo, se ofrece un espacio de psicoeducación constante para disminuir la ansiedad y creencias equivocadas.
La vida personal
En mi tiempo libre disfruto mucho pasar momentos con mi familia, ver películas y explorar nuevos lugares. Me encanta descubrir sitios que no he visitado antes y aprovechar cada oportunidad para compartir experiencias con mis seres queridos.
Me casé en 2024 y aunque todavía no tenemos hijos, estoy disfrutando esta nueva etapa. Vengo de una familia grande y somos muy unidos. Mi relación con mis padres es muy cercana; los amo profundamente y valoro enormemente el esfuerzo que han hecho para sacarnos adelante a mis hermanos y a mí.
Mis amigos y familiares me describen como una persona leal, alguien en quien siempre pueden confiar y a quien le pueden contar sus secretos sin miedo. Creo que esa confianza es algo que valoro mucho en mis relaciones personales.
Gracias por leer y por confiar en nuestro equipo. Apreciamos profundamente tu decisión de invertir en tus relaciones y tu sexualidad. Será un honor y un placer acompañarte en este proceso y trabajar juntos en terapia.