Cómo fortalecer el matrimonio: 4 pasos para parejas cristianas
¿Cómo fortalecer el matrimonio? A cada pareja casada le interesa esa pregunta. Queremos matrimonios fuertes, felices y conectados con Dios.
Cómo casados podemos tomar una actitud pasiva y simplemente esperar a ver si aparecen los problemas, la pornografía, el aburrimiento, la rutina, o cualquier otro disruptor de la relación.
O podemos tomar una actitud de iniciativa y de tomar pasos, ya que una de las mejores herramientas para combatir la desconexión (y todo lo que conlleva) en el matrimonio es prevenir. Entonces, ¿qué puedes hacer para proteger y fortalecer tu matrimonio?
Cómo fortalecer el matrimonio: Cuatro pasos para proteger tu matrimonio.
Los problemas suelen venir cuando uno empieza a sentirse desconectado o inseguro en su pareja. Algunos pueden buscar la pornografía, el trabajo, la televisión, las compras o la comida para sentirse seguros o conectados a algo — para sentir que alguien o algo les hace caso. Estas otras distracciones crean un espacio donde uno no se siente juzgado y donde puede controlar bastante.
Entonces, queremos que nuestro matrimonio sea un lugar seguro, un lugar donde uno siente que pertenece y se siente conectado/a. Luego una de las metas principales debe ser acercarse a tu pareja. Cuánta más distancia entre las dos personas, más peligro de abrir una puerta a la pornografía u otras conductas dañinas para el matrimonio.
Vamos a ver algunos tips prácticos que pueden ayudar a que un matrimonio esté fortalecido.
1) Acercarte cada día más a Dios
Hace años que Dios me reveló esta simple pero profunda imagen. En la punta alta del triángulo se encuentra Dios y en un extremo está el esposo y en el otro la esposa.
Las parejas siempre están en constante movimiento. Se están acercando o se están alejando, pero no existe el “estancamiento” de movimiento entre una pareja.
Si los esposos no están acercándose a Dios, en realidad se están alejando uno del otro. O si solo se están acercando entre ellos, no se están acercando a Dios.
En temas de la tentación de mirar hacia otro lado que no sea tu pareja, esto se puede ver. Cuando los dos ponen como prioridad acercarse a Dios, les será más fácil guardarse de las tentaciones y no sólo eso, sino que también les será más fácil animar y amar a su pareja de forma correcta.
Ponlo en práctica
Aquí te sugiero dar un paso práctico. Toma un momento y piensa en tres formas que sabes que te ayudan a conectarte con Dios. Quizás no te apetezca pero saca un trozo de papel y apúntalo (cuando apuntamos las cosas es más fácil para nuestra mente retenerlas).
Ahora piensa en qué pasito puedes dar para empezar a implementar estas cosas en tu vida. Recuerda que no hace falta cambiar todo de golpe, o ponerte metas tan altas que seguro que no las consigues. Piensa en pasitos muy, muy pequeños que son accesibles y fáciles de implementar y de mantener.
Yo suelo sugerir que pienses en tu meta y que dividas la expectativa en dos — y hasta quizás en dos otra vez.
Por ejemplo, si tu meta es orar todos los días durante 30 minutos, divide en dos. Tu nueva meta será orar cuatro veces a la semana durante 15 minutos. Divide otra vez y tu meta queda en orar dos veces a la semana durante siete minutos.
Quizás esta meta te parece muy fácil, pero de eso se trata: hacer una meta fácil para que lo consigas y puedas ir aumentando poco a poco.
¿Qué pasos puedes dar para implementar esto en tu vida?
Para completarlo, comparte tus conclusiones con alguien y rinde cuentas en un par de semanas de cómo está yendo. Apunta en un cuaderno el nombre de la persona y la fecha en la que vas a hacer el seguimiento con él o ella.
2) Establecer límites para fortalecer el matrimonio
Es importante hablar entre vosotros sobre el estado de cada uno de la pareja y ver cómo os podéis ayudar ante las debilidades. A veces cuando hablamos de límites pensamos rápidamente en temas 100% sexuales, pero eso no tiene por qué ser así.
Por ejemplo: Puede ser que uno de los dos tenga tendencia al sobrecompromiso en el trabajo. Eso puede crear distancia, y la distancia crea el peligro de que uno busque refugiarse en algo que puede ser dañino para el matrimonio.
Otras debilidades pueden ser la comida, los dispositivos, gastar de más, ahorrar de más, etc. Hay muchas cosas que pueden entre-ponerse en el matrimonio.
En un momento de calma y con buena actitud, se puede hablar de estas cosas y entre los dos crear límites saludables. Lo suyo en estos casos es poder revisar esta lista por lo menos anualmente por si hay que ajustar alguna cosa.
Ponlo en práctica
¿Cuál consideras que son algunas de tus debilidades? ¿Qué tipo de límites crees que serían beneficiosos para ayudarte a alcanzar tus objetivos en estas áreas?
Si esto se complica porque no se logra conversar sino que acaba en pelea o simplemente porque no se sabe navegar o establecer estos límites, sería un buen momento para trabajar con un mediador, un psicólogo u otro profesional que pueda acompañar. (Pide cita aquí)
3) Aprender sobre el Buen Sexo
El sexo no es el todo de un matrimonio, pero sí que es una parte. Si os preguntáis cómo fortalecer el matrimonio, aprender juntos sobre el Buen Sexo puede formar parte de ese proceso. Y no sólo para vosotros, sino que aprender del Buen Sexo tiene otro beneficio para los que tenéis alrededor vuestro.
Muchos adolescentes en la iglesia no se quieren casar porque miran a su alrededor y los matrimonios dan sensación de ser aburridos. Las parejas no se agarran de la mano, no hay muestras de cariño, no parece que exista ningún beneficio de casarse excepto tener relaciones genitales.
Entonces durante un mili segundo piensan “bueno me tendré que casar para tener sexo” y enseguida miran fuera de la iglesia y se encuentran con otro mensaje.
La sociedad, las RRSS, la televisión, las canciones, la publicidad, les informa que las relaciones genitales se viven mejor de forma egoísta y no hace falta estar casado.
Muestran una visión pasional, “carpe diem”, “vive y sé feliz”, y de repente el adolescente vuelve a tener serias dudas de si cree en el amor o el matrimonio.
Esto tiene que cambiar y para ello es importante que entendamos que es el sexo, que es esto tan “especial” que Dios ha creado y como se debería disfrutarlo dentro del matrimonio.
Como es un tema amplio y maravilloso, he creado un curso llamado “El Buen Sexo” en el que voy punto por punto desglosando desde la Biblia que es lo que Dios tiene para nosotros y dando muchos tips practicos.
También describo la ciencia y la anatomía para poder tomar ventaja de lo que Dios tiene para nosotros. (Os lo recomiendo muchísimo, tanto para líderes, pastores pero también para solteros y casados!)
Aquí os doy la mini versión:
Quitar el énfasis de lo genital: El sexo no sólo es pene en vagina, sino que va mucho más allá. En el matrimonio es importante descubrir los previos verdaderos que tratan más de cómo nos miramos, acariciamos y hablamos. Los roces tanto positivos como negativos tienen un rol mucho más grande en nuestra vida sexual de la que pensamos.
Conocer al otro para saber cómo amarlo bien: Debemos pasarnos la vida de casados descubriendo a nuestra pareja — desde las pecas y las marcas que hacen de su piel única hasta las posiciones y prácticas que más les hacen palpitar. Cada etapa del matrimonio tendrá pequeños ajustes en las prácticas más genitales y es importante nunca pensar que el trabajo de explorar y descubrir haya acabado. Cuando más se descubre los gustos y quien es tu pareja, más se disfruta de verle disfrutar.
Evitar la rutina y el aburrimiento: Relacionado con el punto anterior, si se sigue conociendo a la pareja se empezará a poder innovar y sorprender. La rutina es uno de los distanciadores de las relaciones matrimoniales y algo que queremos evitar. Esto no significa que nunca se puede “planear” los momentos, pero sí es importante seguir descubriendo y teniendo momentos únicos juntos.
Pónlo en práctica (Sólo casados)
Ejercicio 1
Toma este momento y este espacio para pensar en algo que disfrutarías dentro de la intimidad con tu pareja. Puede ser algo más romántico o más genital. Una vez que lo tengas y tu pareja también haya contestado, tomar juntos un momento para compartir apuntes y aprender un poco más sobre la otra persona así dándote ideas para un futuro próximo.
Ejercicio 2
En tu cuaderno, apunta tres recuerdos bonitos que tienes de tu pareja — momentos especiales de novios o en los primeros años de pareja. En este próximo mes, intenta replicar o revivir alguna de ellas junto a tu pareja como idea para una cita.
Ejemplo: “Recuerdo aquella cita que tuvimos de novios cuando no teníamos dinero entonces fuimos a la playa a compartir un mate y a charlar. Se nos hicieron las 00h de la noche y estábamos ya congelados pero ninguno se quería ir!”
Idea para revivir el momento: (exterior) podéis ir de nuevo a la playa, quizás esta vez con sillas, con chaquetas, etc. pero os contáis lo que recordáis de ese momento.
Idea para revivir el momento: (interior) poner una buena foto de una playa y el sonido de las olas en Alexa, luego pones una manta en el suelo del comedor e invitas a tu pareja a sentarte allí recordando el momento,
4) Invertir en el mantenimiento del matrimonio constantemente
Otro gran consejo y gran protección y el último en este artículo es que nunca se deje de invertir en el cuidado del matrimonio y en la prevención.
Muchos de nosotros pagamos seguros de salud, de coche o de casa, esperando nunca tener que usarlos. Es una medida preventiva para que si pasa algo lo tengas todo cubierto y protegido.
El matrimonio es uno de los bienes más preciados que uno tiene y algo que puede aportar mucha vida o extraer toda la energía y alegría. ¡Es hora de invertir en un seguro matrimonial! Y ¿cómo es eso?
Pues realizando diferentes acciones e inversiones de tiempo y dinero para fortalecerlo, protegerlo y para edificarlo. Algunas ideas están en los tres puntos anteriores y en general no cuestan mucho dinero.
Ahora quiero compartir que hay otros recursos que a veces requieren más tiempo o dinero pero te aseguro que salen más económico que un divorcio, una infidelidad, o una crisis matrimonial.
Uno debe invertir en su matrimonio creando momentos regulares de poder compartir a solas, momentos de evaluación y aprendizaje y momentos de ocio y disfrute. Hay gran variedad de ejemplos para esto y aquí os voy a dejar unas cuantas:
Noche de citas: Si todos lo recomiendan… quizás sea por algo, pero tener unas horas fijas a la semana para que los dos puedan tener un momento juntos es MUY útil. Para obtenerlo, quizás hay que hacer pequeñas inversiones: contratar a alguien para cuidar a los hijos, apartar tiempo en la agenda, planear la salida y las actividades, decir que no a otras cosas que pueden ser interesantes o motivantes.
No valen las excusas “no tengo tiempo, no hay dinero, que pasa con los niños…” Si realmente no se está consiguiendo, quizás las prioridades están algo confundidas y hace falta pedir ayuda de alguien para poder reordenar y así hacer espacio para lo importante.
Si realmente no hay dinero, una idea puede ser intercambiar a los hijos con otra familia. Explico: un día todos los niños en casa de la pareja 1, para que la pareja 2 tenga un momento juntos y otro día todos los niños a casa de la pareja 2 para que la pareja 1 tenga un momento juntos.
Si realmente hay poco tiempo, empieza con un encuentro de 5 minutos en el baño con la puerta cerrada con llave, simplemente para abrazarse y decirse un “te quiero”.Celebraciones especiales: El aniversario, los cumpleaños, San Valentín, el día que nos comprometimos y muchos más. Hay momentos que uno valora como especiales porque significan algo. Aprovecha estos momentos para crear nuevos recuerdos. No hace falta salir y gastar. No se trata del dinero sino del recuerdo.
Retiros o charlas de parejas: Muchas veces en la propia iglesia o comunidad puede aparecer una oportunidad para formar parte de unas charlas específicas o un retiro para matrimonios. Uno puede sentir que no tiene tiempo, que no quiere invertir o quizás que no confía en la calidad que se les vaya a ofrecer.
Aquí la cosa está en aprovechar los recursos que se te ponen delante y recordar que hasta en una mala conferencia se puede crear un buen recuerdo.Trabajar con un profesional: La terapia de pareja es MUY diferente a la terapia individual. Muchas personas asumen que pueden simplemente ir a un lugar y contarlo todo delante de su pareja y eso va a ayudar.
La terapia especializada para las parejas es un lugar que suele ser semidirigido para que la pareja aprenda nuevas formas de comunicación o herramientas para seguir creciendo en su relación.
No hace falta estar en crisis para poder acudir. De hecho, es mejor no esperar a que estéis en crisis. Igual que vas al médico a por una revisión, puedes realizar un par de sesiones de terapia de pareja al año para una “puesta a punto”.
Tener a alguien formado realizando ciertas preguntas o cuestiones específicas para ayudaros a crecer puede ser de mucho beneficio! (Si quieres pedir cita con un terapeuta de parejas clica aquí)Cursos / libros: Hoy en día más que nunca se puede disponer de forma muy fácil recursos o libros que están hechos para ayudar al matrimonio. Un curso al año o un libro al año puede ser suficiente para ir aprendiendo el uno del otro y tener algo en lo que conversar y profundizar con la pareja.
Nunca se sabrá todo y siempre hay espacio para mejorar. Eso es lo que hace del matrimonio tan especial. ¡Tenemos el privilegio de estar toda la vida aprendiendo sobre nuestra persona especial! Si uno no sabe por dónde empezar, nosotros tenemos varios cursos que pueden ayudar:Curso El Buen Sexo: Un curso que habla de la intimidad, las necesidades de una mujer y un hombre, la importancia (o no) del orgasmo, la frase en la Biblia “no os neguéis,” el poder desnudarte con seguridad y mucho más.
Curso de Comunicación Asertiva: ¿Te ha pasado alguna vez que sientes que tu y tu pareja no os entendéis? Este curso te ayudará a identificar tu estilo de comunicación y también el de tu pareja para luego daros las herramientas para extraer el mensaje real y ser mejor comunicador.
La pornografía y mis genitales: Este curso ayuda a entender la ciencia que hay detrás de los efectos del porno sobre tu cerebro y cómo poder empezar a realizar cambios.
Os he dado varias ideas de cómo fortalecer el matrimonio, es decir, invertir en tu matrimonio. Para terminar, te toca a ti. Piensa en algunas cosas que puedes hacer para invertir en tu matrimonio:
A corto plazo (en esta semana o las siguientes dos semanas)
A medio plazo (en los próximos seis meses o un año)
Pregúntate también esto: ¿Qué inversión hará falta para llevar a cabo lo que me he planteado?
Cómo fortalecer el matrimonio: toma pasos hoy
El hecho de que estés aquí leyendo significa que te interesa fortalecer tu matrimonio y que ya estás trabajando en ello. ¡Felicidades! Como el buen dicho español “Mejor prevenir que curar.” En cuanto al matrimonio esto es muy real.
Como pareja, seguid los consejos que os he dejado arriba: acércate más a Dios, pon límites, aprende sobre el Buen Sexo e invierte en tu matrimonio.