Soltería: ¿Regalo o condena?
¿Qué significa ser soltero? Según la RAE, es aquel “que no está casado”. Sin embargo, el tema que queremos abordar en este artículo tiene más que ver con la forma en que los cristianos vivimos o pensamos acerca de la soltería que con su definición.
¿Por qué, si estamos casados, muchas veces sentimos lástima y compasión por aquellos que están solteros y sobre todo cuando llegan a cierta edad? ¿Por qué, si estamos solteros, muchas veces envidiamos a aquel que está casado?
¿Por qué vivimos la soltería como si fuera una condena? Parece que aunque no creamos explícitamente que la soltería es algo malo, tampoco la estamos percibiendo como si fuera algo bueno. Basándonos en el libro 7 mitos sobre la soltería de Sam Allberry, en este artículo vamos a indagar en estas preguntas.
Ahora bien, ¿qué dice realmente la Biblia sobre la soltería?
En la Biblia, la soltería es un regalo
“Sin embargo, quisiera que todos fueran solteros, igual que yo; pero cada uno tiene su don específico de Dios, unos de una clase y otros de otra. Quisiera que estén libres de las preocupaciones de esta vida. Un soltero puede invertir su tiempo en hacer la obra del Señor y en pensar cómo agradarle a él. Pero el casado tiene que pensar en sus responsabilidades terrenales y en cómo agradar a su esposa. Les digo esto para su propio beneficio, no para imponerles restricciones. Mi deseo es que hagan todo lo que les ayude a servir mejor al Señor, con la menor cantidad de distracciones posibles.” (1 Corintios 7:7, 32-33, 35, énfasis añadido)
¡Wow! Realmente la Biblia describe la soltería como un regalo, como una bendición que debe celebrarse. De hecho, Pablo incluso recomienda este estado civil como una elección personal. ¿Cuáles son los motivos por los que Pablo lo aconseja?
Pablo dice que, estando soltero, únicamente te preocupas por agradar y servir al Señor, mientras que cuando estás casado, también te preocupas por agradar a tu esposo o esposa y cumplir con tus responsabilidades conyugales. Por tanto, como soltero, evitas preocupaciones y dificultades.
Entonces, ¿por qué hoy en día a veces vemos la soltería como una condena?
La soltería y la abstinencia sexual
Realmente, en el mundo secular, ser soltero tiene muchas ventajas porque supone una oportunidad de tener sexo sin compromiso, incluso con diferentes personas.
Sin embargo, como cristianos que creemos que el sexo ha sido creado para disfrutar en el matrimonio, ser soltero no solo significa no estar casado, sino también estar comprometido con la abstinencia sexual.
Entonces, ¿puede ser que la soltería se vea y se viva como un sufrimiento porque no se puede disfrutar del sexo?
La realidad es que tanto la soltería como el matrimonio tienen distintos desafíos. En la época de Jesús, los discípulos se planteaban no casarse por las dificultades que el matrimonio conllevaba.
“Y [Jesús] les dijo lo siguiente: el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, a menos que la esposa le haya sido infiel. Entonces los discípulos le dijeron: si así son las cosas, ¡será mejor no casarse!”. (Mateo 19:9-10)
En cambio, hoy en día la iglesia se plantea el matrimonio como respuesta a la dificultad de la abstinencia sexual.
Por tanto, si creemos que una persona necesita un llamado especial para vivir en abstinencia y pensamos que estamos diseñados para casarnos, viviremos una soltería llena de frustración e insatisfacción; además de dudar de la bondad de Dios al no concedernos este anhelo. Es decir, será como una verdadera condena.
Pero, en realidad, no se necesita una habilidad especial, ya que el Espíritu Santo nos ha dado dominio propio.
“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7, énfasis añadido)
El dominio propio es la capacidad de poder retrasar una gratificación e implica ser capaz de decir no a nuestros deseos. La soltería y la abstinencia sexual es una decisión de valentía en una sociedad que está obsesionada con la satisfacción sexual y romántica.
Dicho eso, ten en cuenta que el deseo sexual es parte de la creación perfecta de Dios. Sin embargo, como soltero o soltera, puede ser difícil gestionarlo. Si sientes que estás luchando en cómo gestionar tu deseo sexual, lee este artículo o habla con un profesional que pueda ayudarte.
Quizás al leer esto, algunos estéis pensando que vuestro mayor dolor no es no poder disfrutar del sexo, sino no poder disfrutar de ese nivel de intimidad con una persona. Pero, ¿qué es realmente la intimidad?
La soltería y la intimidad
La RAE define la intimidad como “amistad íntima”. Entonces quizás el problema es haber confundido la intimidad con el sexo. El sexo es íntimo pero no toda intimidad tiene porque ser sexual.
Ahora bien, si creemos que la soltería implica no tener intimidad, es normal pensar que la soltería es injusta.
Quizás el soltero no puede disfrutar de un grado de intimidad como es el hecho de compartir su vida con una persona en específico. Pero a su vez puede disfrutar de una amplitud de relaciones íntimas que quizás un casado no puede disfrutar porque tiene muchas otras responsabilidades familiares.
Lo que no podemos hacer es comparar las desventajas de estar solteros con las ventajas de estar casados. De igual forma, un casado no debería comparar las desventajas de estar casado con las ventajas de estar soltero.
La realidad es que todos tenemos en nosotros un anhelo de conocer y ser conocidos. En parte, ese anhelo es suplido a través de nuestra relación con Dios, pero también es suplido a través de nuestras relaciones con los demás. Dios nos ha creado para vivir en comunidad.
Tener intimidad emocional implica tener relaciones íntimas y cercanas, compartir con personas con las que podamos ser nosotros mismos y desnudar nuestra alma y no necesariamente nuestro cuerpo. Una comunidad es lo que todo soltero necesita para vivir una soltería plena.
Disfruta tu soltería como un regalo
Para disfrutar nuestra soltería como un regalo, tenemos que dejar de vivir la soltería como un tiempo de espera y dejar de pensar que estar soltero es igual que estar solo. No es lo mismo.
El sexo, el matrimonio, el romance, incluso una amistad profunda son aspectos importantes y valiosos en nuestra vida, pero ninguno es tan importante ni tan necesario como lo es Jesús. La soltería es un testimonio de que todos nuestros anhelos se suplen en la persona de Jesús.
Y, por supuesto, te animo a que te rodees de una comunidad para que puedas cultivar amistades profundas y cercanas y disfrutes de esa intimidad que tanto anhelas tener.
Así podrás disfrutar de tu soltería como un regalo.
Vive tu soltería
En resumen, la Biblia nos enseña que la soltería es un regalo y que tenemos todo aquello que necesitamos para poder disfrutarla plenamente.
No vivas tu soltería como una condena y decide hoy invertir tiempo en tu relación con Jesús y en tus relaciones. Así que, sea que tu soltería dure un tiempo limitado o de forma permanente, ¡disfrútala!
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