Conoce a Jorge
Por Jorge Iturre
¡Hola! Me llamo Jorge Iturre. Soy de Argentina y actualmente vivo en Buenos Aires. A pesar de eso, no me considero porteño, ya que nací y viví mis primeros 26 años en Tucumán, una provincia del norte argentino. Me considero un tucumano viviendo en Buenos Aires.
En mi tiempo libre (que no es mucho) intento hacer cosas que me gustan, como leer libros, ver Netflix o YouTube, entrar a Instagram, pasar tiempo con mi familia o ir al parque a tomar mates junto a mi perra salchicha. Durante un año aprendí cerámica y me adentré en el mundo del café. Pero, a nivel profesional, soy psicólogo, aunque al principio quería ser ingeniero.
De la ingeniería a la psicología
Realicé mis estudios secundarios en una escuela técnica (sí, ¡tengo un título de técnico electromecánico!), ya que mi deseo era poder estudiar para ser Ingeniero Eléctrico. Me encantaba entender el funcionamiento de las cosas para reparar y arreglarlas.
Pero, en el último año de escuela, comencé a preguntarme si ser ingeniero era realmente lo que Dios quería para mí o si había algo más. Así fue como llegué a la decisión de estudiar psicología. Un día simplemente me levanté y tenía la convicción (creo que dada por Dios) de realizar esa carrera.
Ahora me especializo en terapia de pareja. Como profesional, para mí es muy importante ser alguien formado y especializado para ofrecer a cada persona y pareja con la que trabajo el mejor tratamiento posible que la ciencia haya desarrollado para poder brindar siempre las mejores herramientas.
Para mí también es importante ofrecer siempre las intervenciones más efectivas posibles, ya que valoro mucho el tiempo y el dinero de las personas. Me interesa realizar el mejor trabajo posible en el menor tiempo de tal manera que la persona o pareja consultante pueda continuar con su vida de la forma más plena sin la ayuda de un terapeuta en la menor cantidad de tiempo.
Una cosa curiosa que busco trabajar con todas las parejas es la habilidad de mantenerse regulados fisiológicamente (físicamente) al hablar de un problema difícil. Al hablar de algo así, las parejas suelen escalar, activándose y elevando sus pulsaciones 30 o 40 pulsaciones.
Cuando eso ocurre, a las personas les resulta casi imposible hablar de forma suave sobre sus sentimientos, pensamientos y lo que necesitan para que la situación cambie. También en esa situación es difícil escuchar de forma empática y validar la perspectiva de su pareja. Por eso, ¡para mí es muy importante empezar trabajando esa habilidad de regularse!
Por qué me apasiona la terapia de pareja
En la universidad siempre tuve el anhelo de trabajar con parejas. Es una convicción que Dios puso en mi vida desde mi época de estudiante. Me motiva muchísimo trabajar junto a una pareja y poder ver cómo pasan del estancamiento al diálogo, de la distancia emocional a experimentar una profunda conexión emocional, de considerar la separación a desear construir la vida juntos.
Cuando puedo ver ese cambio, sé que en el mundo habrá una pareja que hoy es feliz, en parte gracias al trabajo que pudimos realizar en sesión.
La psicología y la fe
Como hijo de Dios es mi deber desarrollar mis talentos. A partir de la ciencia psicológica puedo ser parte del obrar de Dios en las personas, de tal forma que ellas puedan vivir su vida plenamente. Por todo esto, la ciencia y la fe van de la mano.
Un consejo a los psicólogos que están empezando: busca estar siempre formado. Me parece superclave tener una ética profesional que incluya nuestra fé, pero que sin dudas me lleve a ser un profesional bien formado en lo que mi deber implica.
Me parece valioso que dentro del ámbito cristiano puedan existir no solamente “profesionales cristianos” sino profesionales que amen la ciencia con la que trabajan, que sean referentes en sus áreas y que puedan ser de inspiración a otros colegas (cristianos o no) respecto a cómo son como personas y profesionalmente.
La búsqueda de la excelencia me parece un valor importante no solamente para la iglesia, sino también para nuestra profesión, ya que por medio de ella impactamos la vida de personas.
Mi familia
Estoy casado con Virginia desde el 2019 y de novios desde el 2013. Al conocernos, yo aún vivía en Tucumán y estuvimos de novios a la distancia durante cuatro años y medio. Durante ese tiempo yo aún estaba en la universidad y una vez que terminé mis estudios me mudé en 2018 a la provincia donde vivía ella, Buenos Aires.
Para nosotros era importante vivir un tiempo en la misma ciudad para poder terminar de conocernos y experimentar tener un noviazgo en la misma ciudad. Ese mismo año nos comprometimos y al año siguiente nos casamos. Actualmente, tenemos una hija que nació en mayo de 2024 a la que amamos muchísimo y de la cual aprendo a ser padre cada día.
Trabajemos juntos
Soy alguien que hace preguntas. Me gusta. Normalmente las preguntas simplemente vienen a mi mente y por medio de ellas puedo aprender y conocer mucho de la vida de las personas. Y así, como psicólogo, puedo empezar a entender la realidad de cada persona, no presuponiendo nada, sino entendiendo cada perspectiva, y a partir de lo cual pensar en la mejor estrategia para la situación en la que esté trabajando.
Quiero que las personas puedan vivir sus vidas plenamente. Creo que es lo más alto a lo que puedo aspirar a contribuir en mi vida y sería un honor y un placer trabajar contigo en terapia.